ANTECEDENTES DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

ANTECEDENTES DE LA ERA DEL CONOCIMIENTO


Orígenes históricos de la noción 
En el ámbito alemán el uso de este término está asentado desde el principio de los años 1990, teniendo como una de sus referencias el trabajo de Nico Stehr. En la misma época se estaba utilizando en el ámbito de habla española casi exclusivamente el término ‘sociedad de la información’. El uso del término sociedad del conocimiento es más reciente y tiene como punto de referencia el trabajo de Manuel Castells, que ha acuñado, a su vez, el término de la sociedad red.

La noción sociedad de conocimiento tiene sus orígenes en los años 1960 cuando se analizaron los cambios en las sociedades industriales y se acuñó la noción de la sociedad post-industrial. Así, por ejemplo, el sociólogo Peter F. Drucker pronosticó la emergencia de una nueva capa social de trabajadores de conocimiento (P.F. Drucker 1959) y la tendencia hacia una sociedad de conocimiento (Drucker 1969). Este tipo de sociedad está caracterizada por una estructura económica y social, en la que el conocimiento ha substituido al trabajo, a las materias primas y al capital como fuente más importante de la productividad, crecimiento y desigualdades sociales (véase Drucker 1994). 
Sin embargo, más conocido es el trabajo de D. Bell (1973; 2001) sobre la sociedad post-industrial. Este concepto expresó la transición de una economía que produce productos a una economía basada en servicios y cuya estructura profesional está marcada por la preferencia a una clase de profesionales técnicamente cualificados. El conocimiento teórico se ha convertido, según este enfoque, en la fuente principal de innovación y el punto de partida de los programas políticos y sociales. Este tipo de sociedad está orientado hacía el progreso tecnológico y la evaluación de la tecnología y se caracteriza por la creación de una nueva tecnología intelectual como base de los procesos de decisión. 
En esta época, hasta el final de los años 1970, el análisis de los cambios en la sociedad moderna resaltó tres aspectos: 
-La expansión de las actividades de investigación estatales y privadas era la base principal de la identificación de una serie de sectores industriales (véase Lane 1996). En esta diagnosis se reflejó la expansión histórica de los gastos en I+D que se habían producido en la post-guerra. 
-Paralelamente a la expansión de los sectores de servicios, se incrementaron las actividades económicas basadas en el conocimiento. Con la importancia creciente del conocimiento teórico creció también el peso económico de las actividades basadas en el conocimiento (véase para los años 1950 y 1960 Machlup 1992 y Porat 1977) 
-La estructura profesional estaba marcada por los trabajadores de conocimiento profesionalizado y con una cualificación académica: Bell (2001) estimó que alrededor de una cuarta parte de la población pertenecía a esta nueva clase de conocimiento, en la
que se incluyó a los empleados con un diploma universitario o de un escuela superior, a los empleados y los funcionarios de altas categorías y a los empresarios. 
Estos análisis apuntaron, por lo tanto, a una sociedad cientificada, academizada y centrada en los servicios diferenciada de la sociedad industrial que, a su vez, estaba caracterizada por el conocimiento experimental, el predominio de los sectores industriales, las actividades manuales y el conflicto entre capital y trabajo.  
LA ERA DEL CONOCIMIENTO


La era del conocimiento, es una forma de sintetizar o llamar de forma generalizada a las diferentes etapas en que nos ha tocado vivir, de acuerdo con la técnica prevalente del que habla. Expresiones como la “era de la información”; “era de la globalización”; “sociedad postindustrial”; “era del desarrollo acelerado”; “era de la innovación”, entre otras,  han sido un intento, sin conseguirlo, de poner apellidos a la finalización del siglo XX y el comienzo del siglo XXI. Pues, es  precisamente porque es el conocimiento el motor impulsor de todas las nacientes tecnologías, conocimiento que se genera en la mente de una persona y que adquiere un extraordinario valor añadido, al ser procesado por otras, generándose nuevos estadios de conocimiento. El conocimiento tiene por tanto que estar presente y ser accesible. 
Es importante resaltar que el conocimiento ha existido y ha acompañado al hombre desde su aparición. Sin embargo es ahora, muchos milenios después, cuando se habla de la «sociedad  o era del conocimiento». ¿Por qué?  La respuesta la podemos encontrar, quizás en, Peter Drucker, quien señalaba que lo más importante no era la cantidad de conocimiento, sino su productividad. En este sentido, reclamaba para una futura sociedad, para una sociedad de la información en la que el recurso básico sería el saber, que la voluntad de aplicar conocimiento para generar más conocimiento debía basarse en un elevado esfuerzo de sistematización y organización.
Asimismo este autor comenta que antes de nuestra era el conocimiento se aplicaba al «ser» tanto en el occidente con Platón y Sócrates como en el oriente con los monjes del Taoísmo y del Zen. De acuerdo a este autor la primera Revolución del conocimiento se origina alrededor de 1700, cuando el conocimiento se aplica al «hacer» y se inicia la Revolución Industrial. Después surgirán otras dos revoluciones. En 1881 la «revolución de la productividad», cuando Taylor aplica el conocimiento para mejorar el método de trabajo. Actualmente señala que estamos en medio de la tercera Revolución del Conocimiento. Peter Drucker la llama «La revolución de la dirección de empresas». Sin embargo, muchos otros autores identifican a esta época como «La era del conocimiento».
Cabe destacar que, anteriormente el conocimiento se entendía como la capacidad de acumular datos, teorías y experiencias, casi siempre con carácter individual, difundiéndose una parte de ese conocimiento a un reducido número de personas. Sin embargo en la “Era del Conocimiento”, el conocimiento es la base del desarrollo de los seres humanos quienes se convierten en las palancas con que cuentan los países para avanzar en las mejoras de las condiciones de vida de sus habitantes y de su desarrollo integral.

CARACTERÍSTICAS DE LA “ERA DEL CONOCIMIENTO”

Ø    Basa la sociedad en la producción, distribución y uso intensivo del conocimiento y de la información.
Ø    No existe la escasez de recursos, sino la abundancia de conocimientos e información.
Ø    El capital humano es un componente clave, ya que en primera y segunda estancia es el generador de conocimiento.
Ø    El conocimiento se ha convertido en un nuevo factor de producción, pues el trabajo basado en conocimiento desplaza al manual.
Ø    El valor de los intangibles a nivel general en personas, organizaciones entre otros crece sin cesar. 
Ø    Organizaciones inteligentes, están en un continuo aprendizaje
Ø    Ofrece nuevas perspectivas a los problemas.

PRINCIPIOS DE LA “ERA DEL CONOCIMIENTO”
La UNESCO, 2003 propone unos principios esenciales para el desarrollo de la era del conocimiento con equidad, ellos son:
Ø    Libertad de expresión y fuerte compromiso con los derechos humanos.
Ø    Acceso equitativo a la educación y a los derechos culturales.
Ø    Acceso universal a la información y conocimiento, particularmente en el dominio público.
Ø     Fomento a la expresión de la diversidad cultural y lingüística.

OBJETIVOS DE LA “ERA DEL CONOCIMIENTO”

Ø    Hacer llegar el conocimiento adquirido por un individua a todos los que tengan en un momento determinado necesidad de disponer de él. 


Ø    es hacer llegar el conocimiento adquirido por un miembro de la organización a todos los que tengan en un momento determinado necesidad de disponer de él. 


Ø    Fortalecer capacidades de investigación científica, de compartir información, de creatividad cultural y de funcionamiento e intercambio en las sociedades del conocimiento.
Ø    Brindar oportunidades digitales e inclusión social por medio de las tecnologías de información y comunicación para la construcción de capacidades, el empoderamiento, la gobernanza y la participación social.
Ø    Realzar las oportunidades de aprendizaje a través del acceso a diversos contenidos y sistemas adecuados de entrega de información, por medio de las tecnologías de información y comunicación que tienen un potencial para disminuir los costos de la educación y mejorar la eficiencia de los sistemas educativos.

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